... para captar Su belleza.
Tras una agradable comida con mis amigos de la facultad nos dispusimos a hacer una ruta turística por algunas de las iglesias de Madrid: estuvimos en la catedral donde el olor a incienso hizo que me asaltaran unas ganas tremendas de vivir una nueva Semana Santa en la ciudad que me vio nacer. Y es que qué poco queda ya...
Después nos dirigimos a la Iglesia del Carmen y San Luis, residencia canónica de la Hermandad de los Gitanos, que este año ha convocado su segundo concurso fotográfico, y cómo por intentarlo no se pierde nada, me acerque al paso de palio que estrenan este año, junto con la restaurada Virgen de las Angustias (menudo cambio!!!!). Saco la cámara, hago dos tomas, y de repente se dirige a mi de una forma muy poco ortodoxa un vigilante para decirme que no se podían hacer fotos. Yo me disculpé y le dije que sabía nada, y él erre que erre se reiteró en lo mismo, llegando incluso a decir con un tono completamente indecoroso que "lo ponía bien clarito y grande en la entrada". Alucinante. Tras esto, recogí mis cosas y salí del templo. Y es que entiendo que si está prohibido hacer fotos a la iglesia, que tampoco veo el daño, haya que cumplir las normas, pero que si una cofradía convoca un concurso y ves a alguien haciendo fotos a tres días del domingo de Ramos, creo que debería haber más flexibilidad.
No entiendo el mal que pueden causar unas simples fotografías, y es que si fuera un caso aislado no le daría importancia, pero cuándo ya has vivido algunos momentos en los que te has tenido que guardar la cámara y agachar la cabeza... Cómo decía el papa Juan Pablo II, "quién canta, reza dos veces". Pues bien, ¿alguien puede ver una forma más bonita y sencilla de rezar que captando la belleza de Ellos en la tierra?
Á